Blogia
melilla

Que no caiga en el olvido

Que no caiga en el olvido

La muerte de dos jóvenes melillenses en un bosque marroquí cercano, en concreto en Buyafar (en la zona conocida en Melilla como 'Cabo Chico'), ocho meses después de producirse, sigue siendo un misterio. Los dos chavales, Salam y Rachid, de tan solo 21 y 22 años respectivamente, aparecieron con los rostros carbonizados, al parecer con un soplete, y tuvieron que ser reconocidos gracias a un pendiente que llevaba uno de ellos y al vehículo propiedad de otro que apareció en las inmediaciones.

El caso, al haberse producido en el país vecino, debe ser investigado y juzgado por las autoridades judiciales de Marruecos, pero hasta el momento, y según apuntaron los familiares de los fallecidos, el asunto habría sido "archivado" al no descubrirse quién o quiénes actuaron así y acabaron con la vida de Rachid y Salam, unas vidas que no habían hecho nada más que comenzar y con las que terminaron de forma cruel y trágica.

Sin embargo, familiares, amigos y conocidos de los dos jóvenes residentes en la Cañada de Hidum no quieren que este caso termine cayendo en el olvido y en este mes de marzo han realizado sendas concentraciones, una el pasado 5 de marzo en Nador y otra el 21 en Melilla, con las que han reclamado justicia, para que al menos encuentren el consuelo de ver juzgados al autor o autores de este terrible crimen y que paguen por lo que han hecho.

Así reclaman la colaboración entre las justicias marroquí y española para dar un impulso a una investigación que no ha avanzado desde que hace ocho meses un pastor encontrara los cadáveres de los dos jóvenes en un bosque de Buyafar, cuando al parecer habían ido a este lugar para lavar el vehículo.

El móvil del doble asesinato se desconoce y aunque se han barajado varias hipótesis, nada oficial ha trascendido sobre la verdadera razón que ha llevado a este final tan tremendo y doloroso.

Las autoridades españolas, el 5 de marzo el Cónsul General de España en Nador, Fernando Sánchez Rau; el 21 el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar y ayer el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, han trasmitido a las familias su apoyo y se han comprometido a hacer todo lo que esté en sus manos, para que, como reclamaron el sábado cientos de melillenses, se pueda hacer justicia con estos dos ciudadanos españoles asesinados de forma violenta en julio de 2008.

Las autoridades correspondientes deben contribuir en todo lo que les sea posible para que las fuerzas de seguridad (Interpol incluida) descubran al asesino o asesinos y sean puestos ante un juez. Es una reivindicación justa y necesaria, en la que los dos países -España y Marruecos- se deben emplear a fondo para que la muerte de Salam y Rachid no quede impune.

0 comentarios